Consejos para ser una soltera codiciada y no una soltera quedada
Probablemente llevas ya mucho tiempo en la soltería, y aunque esto te pudo hacer un bien momentáneo, hay un tiempo en el que dices, ya es momento de merecer, y tienes que salir de cacería, sólo que en tu caso no has tenido el éxito que requerías; por eso y para que esto no se salga de control, vamos a compartir contigo un par de consejos que te harán lucir como una soltera codiciada y no como una soltera quedada, porque antes que nada, no hay que permitir que pisoteen tu orgullo.
Entendamos pues que hay una gran diferencia entre ser una soltera quedada y una soltera codiciada, y a ello es que vamos a llegar, porque de algún modo a la sociedad le gusta meterse donde no le llaman, y la presión que ejercen es bárbara, pero no te preocupes, ahorita nos la quitamos de encima.
Por otro lado, cada quien vive su vida amorosa a su manera, y de hecho existen personas que si no encuentran lo que están buscando, prefieren seguir solteras navegando, porque de eso a estar en mala compañía, mejor te alejas y que Dios los bendiga, pues si alguien no está a tu altura, no tienes tú por qué agacharte. Enseguida te compartimos un par de buenos consejos para llegar a ser una soltera codiciada y no una soltera quedada.
No bajes tus estándares de calidad: Hay veces que en los momentos de soledad nos ponemos vulnerables y queremos bajar nuestros estándares de calidad para salir finalmente de la soltería, pero sinceramente eso es para ti una grosería, jamás permitas que eso suceda o terminarás con cualquier chango barato del que después te puedes arrepentir.
Deja que las cosas fluyan: En vez de estar presionando tratando de encontrar el amor, deja que todo suceda con naturalidad, pues hay ocasiones que cuando tenemos urgencia en algo, peor se ponen las cosas, parece como si la vida lo hiciera a propósito, así que no te angusties ni te desesperes, que si no fue González, podría ser el señor Pérez.
Enamórate primero de ti: Si el nivel de autoestima que vienes manejando está por los suelos, lo único que vas a encontrar es a alguien que te de consuelo; y luego de eso, duro contra el muro, macizo contra el piso, estrecho sobre el techo y lento contra el pavimento. Enamórate primero de tu persona, de tus virtudes y hasta de tus defectos; ya con el tiempo vendrá quien sí quiera darte afecto.