¿Eres de las que asusta a los hombres?

Es posible que alguna vez, tras acumular algunas malas citas, te plantees si el problema eres tú, qué has hecho mal…,¿será que les asustas? Basta de pensamientos tan negativos, pero sí queremos compartir contigo estas pistas para que no caigas en las relaciones fugaces. La ilusión del principio es mejor reservarla para una relación real. Pero, ¿cómo distinguirlas?

A continuación vas a leer algo que te ahorrará un montón de tiempo, sobre todo esas horas que dedicas a estudiar y analizar el comportamiento de un hombre.

El primer caso de estudio: cuando un hombre no llama solo puede ser por 3 razones:
1. No sabe qué hacer a pesar de haber conectado, no está preparado para una relación en este momento.
2. Ha sentido la misma conexión pero su nivel de madurez no está a la altura de los acontecimientos.
3. Durante la cita ha conectado pero algo que has dicho y/o hecho ha producido en él un rechazo de mantener una relación contigo.

No hay nada que puedas hacer para solucionar las dos primeras razones. No pasa nada, no puedes imaginar ni creer lo impresionante que eres. Olvídate de un hombre que no está preparado para mantener una relación contigo, esto significa que no hay nada más que puedas hacer o decir… ¡No es su momento!

Sin embargo, queda la opción tres, centrémonos en ella pues. Tus peores temores se confirman, tus acciones y tus palabras pueden influir en su actitud, tanto de manera positiva como de manera negativa. Bueno, no exactamente, hay algo más…

Hablemos sobre las relaciones fugaces:

Muchas mujeres, después de un par de citas, se dejan enredar en lo que conocemos como relaciones fugaces. Las relaciones fugaces son en las que ellas ya están pensando en el color de las cortinas y planes para el resto de fines de semana y dan por hecho que ellos ya no van a quedar con otras chicas más.

Mientras, por su parte, los hombres ni siquiera han hablado de relaciones ni quieren oír hablar de ello aún. Además, él está muy lejos de ceder en exclusiva su usufructo.

Por lo que llegamos al punto de la decepción que sienten las mujeres cuando se dan cuenta que él no está planeado ni todos los viernes ni si quiera ofrece dejar de ver a otras mujeres.

Pero, en lugar de concentrar toda la energía en crear esta relación paso a paso, la dan por concluida. Las mujeres entienden que si no está sucediendo en este momento, ya no podrán tener esta relación.

Así que vamos a proceder a la fórmula de solución de este conflicto.
1. Empieza a vivir la vida que atraiga a los tipos que te gustan

Pregunta: si un hombre simplemente disfrutara con las cosas normales que haces en tu vida… ¿no sería genial? ¿No vivirías y estarías feliz? ¿No sería emocionante compartir y hacer alguna de las cosas que ya haces con él? Entonces… ¿por qué cuando atraes a ese alguien solo por vivir tu vida dejas vivirla?

Cantidad de mujeres con vidas interesantes y diferentes cuando conocen a alguien especial se centran en complacerle y dejan de lado su vida, que es lo que más atraía a la otra persona. Hay que tener claro que los hombres les gustan las mujeres con personalidad propia, como son y como viven, no quieren que cambies a como son ellos y como viven ellos. De hecho, al final esto será motivo de discusión y un arma arrojadiza para cada disputa.

Solución: tómate un momento para pensar en ello y escribe en un papel tres cosas que puedes empezar a hacer por ti misma y que además fomentará que atraigas a la clase de hombre que te gusta.

2. Crea las condicionas adecuadas para empezar una relación

Hay algo irresistible para los hombres, a lo que no pueden decir que no, es el secreto mejor guardado, pero os lo vamos a contar. Los hombres se sienten infinitamente atraídos cuando les dejan con ganas. No es el momento de pensar mal, esto quiere decir que las mujeres no se muestran serviciales a sus órdenes, sino que cada cosa que quieren se la tienen que ganar, es decir, les gusta que las mujeres se muestren como un reto.

Por lo tanto si estás continuamente preocupándote por complacer a un hombre, por hacer o decir lo que piensa que quiere hacer u oír decir, ¡te estás equivocando!.

Por ejemplo, tras una cita con una persona con la que has conectado, en lugar de ser tu quién de el paso de solicitar una segunda cita o de mostrarte ansiosa por saber cuándo te volverá a llamar, todo lo que tienes que hacer es agradecer el tiempo tan maravilloso que habéis pasado juntos y alejarte.

El truco es mostrar gratitud y entusiasmo sin nada a cambio ni condición. Este es el efecto mágico de dejar con ganas de más. Él pensará qué habrá hecho en la cita para que te haya gustado tanto, es decir, te mantendrá en su cabeza.

Solución: ha llegado el momento de que aderezcas tu día a día lo máximo posible, la persona correcta llegará de forma natural y querrá formar parte de tu vida. No serás víctima nunca más de las relaciones fugaces, sino que crearás solidas relaciones.

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