Eso del amor resulta complicado, y es que no es nada de como lo pintan los cuentos de hadas que te enamoras del príncipe azul y este te corresponde, se dan el beso y viven felices por siempre, más bien a ti te ha tocado poner los ojos en alguien que no te corresponde, pero ¿por qué nos enamoramos perdidamente de alguien que no nos quiere? te decimos las razones.
Resulta que tú donde pones los ojos ¡ahí no es! porque o tiene novia, o no supera a su ex o sencillamente no te corresponde como tú lo quisieras, y esos amores que ya te dieron a entender que no buscan nada contigo, son a los que más te aferras, conoce las razones del por qué nos enamoramos hasta perder la cabeza de alguien que no nos quiere y que no busca nada serio.
Una de las razones por las cuales nos enamoramos de alguien que no nos quiere, es porque le damos más valor a lo que no podemos tener, cuando esta persona nos dice que no le gustamos o que simplemente no somos su tipo, lo anhelamos todavía más en lugar de sacarlo de nuestra mente. De acuerdo con estudios psicológicos, los seres humanos tendemos a querer algo mucho más cuando hay escasez o que no se puede obtener.
A esta lista se le suma otra razón, y es que en el momento que ya nos dimos cuenta que no nos quiere en su vida y no nos corresponden de la misma manera, inmediatamente vemos a esa persona como un reto, como una manera de probarnos que siempre obtenemos lo que queremos y eso puede convertirse en una obsesión.
Esa persona pasa a convertirse en un desafío a vencer para quejarnos claro que nadie nos detiene, que nadie nos dice que no y que nadie nos dice qué hacer o qué no hacer, por eso es que insistimos tanto, pues no nos rendimos al primer “no” que nos digan, sacamos todas nuestras cartas para realizar una buena jugada, y muchas veces el amor pasa a segundo plano, ya se convierte solo en un reto a vencer.
Otra razón más es la baja autoestima y poca confianza en nosotras mismas, y es que cuando el chico que nos gusta nos dice que no nos quiere o no quiere algo serio, nos sentimos menos, poca cosa o insignificantes, vienen a la mente preguntas como “¿qué me hace falta?”, “¿por qué no quiere estar conmigo?”, “¿por qué con otras chicas sí y conmigo no?”.
Hay otra razón que no pasa desapercibida, y es la extraña creencia de que el amor debe de doler para que valga la pena, el amor no duele y si es así, entonces este sentimiento no es real, nos enfrascamos creyendo que si lastima es porque es algo por lo que se tiene que luchar y resistir para que al final rinda frutos.
Consideramos que podemos hacer que cambie de opinión, otra de las razones es que creemos que con nuestro amor es suficiente para sostener una relación y que con el tiempo va a querernos igual o más que nosotros, que podemos enseñar a adorarnos y hacer que no tenga ojos para nadie más, pero con eso solo nos engañamos a nosotras mismas.